La llegada del COVID-19 ha puesto en evidencia la histórica despreocupación del Estado peruano frente al sistema sanitario. Hasta el término del presente artículo, el Ministerio de Salud anunciaba que un total de 13 489 de peruanos están contagiados con coronavirus, 300 muertos, 1 219 personas hospitalizadas, de las cuales 137 se encuentran en Unidad de cuidados intensivos (UCI) con ventilación mecánica.

Según el Centro de Ciencia e Ingeniería de la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos, Perú se encuentra en el puesto 20 de países afectados a nivel mundial, lo cual no es poco considerando que se trata de la validación tanto de infectados como de muertos, en un total de 185 países.

Para entender por qué estas cifras están afectando tanto el sistema de salud en el país, es necesario investigar la histórica despreocupación del Estado por dicho sector. Según un artículo de Convoca, publicado el último 8 de abril, el Perú proyectaba gastar solo el 2.2% de su PBI en el sector salud este año (18 mil 495 millones de soles).

Una cifra ínfima en comparación a lo que invirtieron otros países del mundo en el 2018. El portal web Statista publicó el pasado 12 de marzo un análisis basado en los indicadores entregados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el que indicaba que en dicho año Estados Unidos gastó el 14.3% de su PBI en salud, mientras que países vecinos como Colombia o Chile gastaron 5.3% y 5.2% del PBI, respectivamente.

Los retos frente a la pandemia del coronavirus son varios. Luego del pronunciamiento del vicedecano del Colegio Médico del Perú, Ciro Maguiña, alertando de la crisis que se venía, el discurso de Vizcarra y de su equipo se ha sincerado. La coordinadora nacional del Ministerio de Salud para casos de coronavirus, Pilar Mazzetti, ha hablado fuerte y claro en diversos medios, al igual que el ministro del sector, Víctor Zamora. quien ha pedido ser más conscientes adoptando las medidas dictadas por el Gobierno.

Más allá del planeamiento de reactivación económica, es imprescindible colocar el foco de lo que se realiza en el ámbito sanitario, sobre todo, por la histórica negligencia que ha existido en los últimos años. Es necesario todos y cada uno de los esfuerzos que se realizan por parte de los organismos gubernamentales para luchar, no solo contra el avance de la pandemia del COVID-19, sino también contra un sistema de salud deficiente que no otorga las mejores garantías a un país con tantos problemas como el Perú.

El número de pruebas para detectar los contagios está aumentando. Según el Minsa, hasta el momento se realizan 67 021 exámenes, entre moleculares y rápidos. Se espera que varias universidades apoyen en la elaboración de ventiladores mecánicos, ya que solo hay 500 en el territorio nacional. Los médicos y enfermeras intensivistas ya reportan el colapso de varios hospitales en todo el Perú y empiezan a aparecer los cadáveres en los pasillos de diversos nosocomios del país. Esta es la realidad y aunque parezca cruda, es importante saber que lo peor está por venir.