De flora plástica a ramilletes por docena, de felpa animal a cuero femenil, de chocolate geométrico a vestido de etiqueta y es que, “madre solo hay una” y, por aquella “singularidad”, resulta indispensable la diversidad mercantil cada segundo domingo de mayo. El amor es infinito, pero, desafortunadamente, el bolsillo es limitado; sin embargo, gracias a las grandes y pequeñas empresas, a los bazares municipales o al repentino e irregular comercio ambulante, las posibilidades de compra se han expandido fugazmente y, en fechas como esta, la búsqueda de un presente parece ser, si en caso no tienes trazado el destino, una tarea interminable. Pero, todo sea por las “viejitas”, ¿no?

Un modelo irrebatible del “consumismo maternal”, recae en los interiores del centro comercial Mega Plaza. El establecimiento, ubicado en Independencia, cuenta con diversos almacenes que facultan la libre elección del consumidor gracias a la relación de productos que se adecúa a los niveles socioeconómicos de cada cliente. Por ejemplo, Rosatel, negocio especializado en la venta de arreglos florares y peluches variados, presenta descuentos especiales para la fecha desde el inicio de mes. Romina, una de sus colaboradoras de servicio, aseguró, temerosa frente a la presencia de las cámaras de seguridad, que el próximo 13 de mayo, los refinados y, claro está, ostentosos ramos de rosas serán los artículos más vendidos; sobre todo a través de compras virtuales. Estos, que circulan desde los 85 a 350 soles, tienen una asistencia objetiva, puesto que los precios, a simple vista, no son accesibles para cualquier ciudadano. “Vienen los empresarios en las mañanas y piden flores para sus esposas o sus mamás con la función de delivery, luego se van con prisa”, declaraba en voz baja.

Una situación similar se presentó en el pequeño pero popular Royal Plaza, ya que dentro del inmueble, se sitúan dos joyerías, Mágica y Sarela respectivamente, que desde el primero de mayo arrancaron con las ofertas que van desde el 20 hasta el 50 por ciento de descuento. En ambos bazares, los productos más acreditados son los collares de oro con pequeñas incrustaciones de diamante en los dijes que, en su mayoría, presentan formas circulares o triangulares. Ruth, vendedora de Mágica y Karina, de Sarela, comentaron que suelen tener más compradores masculinos y, la mitad de estos, se acercan con sus madres para que ellas elijan las alhajas de su preferencia. Por otra parte, en Divas, microempresa dirigida a la venta de carteras y billeteras, las promociones parten desde los 70 soles, puesto que al ser productos importados de Panamá, por su atractivo y calidad, no tienden a vender artículos de menores costos. “Me piden más carteras porque a las mamitas ya no les gusta andar en casa, sino salir bien arregladitas”, mencionaba Yubitza, entre risas y miradas pícaras.

No obstante, sabemos que los presupuestos no son igualitarios y, luego de los crecidos precios, es momento de aquellos negocios que, quizá carezcan de “marca”, pero que tienen gran aceptación. En el transcurso situado entre los dos centros comerciales antes mencionados, existen numerosas tiendas humildes e improvisadas con regalos lo suficientemente especiales para las mamitas. En Mia, bazar de artículos varios, se comercializan collares con grabaciones al instante, en forma de corazones, estrellas o incluso con fotografías adicionadas, al simple precio de 20 soles. Por otro lado, en una esquina poco perfumada y con bolsas de basura incluidas, se encuentra la señito Julia, con su puesto de accesorios y peluches, a módicos precios que van desde los 5 hasta los 30 soles. “Aquí hay de todo, baratito no más”, narraba cabizbaja, pendiente del palito y de la lana.

A todo esto, con la explicación variada de precios y productos, ¿realmente los hijos tienen presupuestos establecidos? Para esto varios jóvenes, de 15 a 23 años, confirmaron que sí tenían presupuestos, incluso, algunos guardaron propinas o ganancias laborales desde meses atrás. Alexander, Alonso y Jairo, estudiantes del instituto Senati, extrovertidos y dispuestos a “saltar a la fama” por nuestra intervención, declararon que en promedio recaudan y gastan 300 soles, incluyendo los paseos con la familia y el regalo final. “Yo no sé mucho de esas cosas, a mi hermana le doy la plata y ella compra combos de electrodomésticos en Electra”, decía Alexander, mientras dividía la mirada entre los entrevistadores y su helado. Asimismo, dos dulces adolescentes, Geraldine y Andrea, nos comentaron que, pese a no trabajar por su minoría de edad, lograron juntar cada sencillo para, al menos, comprar los materiales necesarios para algún detalle manual o la “cliché”, según palabras de Andrea, caja de chocolates. “Mi mamá sabe que estoy misia por eso la sorprenderé con mi regalo gracias a mis ahorros, ¿ese es un regalo extra no? Su hija ya sabe guardar plata, debería estar más feliz”, sonreía Geraldine en complicidad con Andrea, entre sorbos de frappucinos y galletas.


MADRES MODERNAS

Las madres, qué duda cabe, ya no son las mismas de antes. Los regalos que las engríen mejor varían en cuanto a utilidad y a precio, pero los obsequios que serán sus favoritos este segundo domingo de mayo, sin duda alguna, son aquellos que las insertan en el cada vez más sorprendente mundo de la tecnología. Raro es, y lo hemos comprobado en nuestras propias madres, que no realicen el presupuesto de los gastos del hogar o que no revisen las últimas noticias en sus Smartphones. ¿Quién no tiene uno? O, mejor: ¿qué mamá que se hace llamar moderna no usa uno de estos teléfonos celulares? Juana, por ejemplo, hoy se encuentra conversando con su madre en el patio de comidas del centro comercial Mega Plaza. Han aprovechado la ocasión para inmortalizar el momento tomándose un selfie. Ella, madre orgullosa de gemelos, saca de su cartera el Huawei P8 Lite que le regaló su esposo en la pasada Navidad. Se ríe mientras anima a su madre para tomarse una fotografía casual. “Mi mami no sabe mucho de celulares, ella tiene cerca de 60 años. Solo usa el suyo para ver su novela”. Dice, mientras la abraza. “¿Y qué espera para este Día de la Madre?”, consultamos. “El P9, obvio”. Nos responde, mientras esboza una sonrisa cómplice junto a su progenitora. Sí, pues. Las mamás ya no son las de antes.

Y es que no se contentan con rosas, chocolates, poemas y canciones. La moda apremia y ellas lo saben muy bien. Debemos justificar nuestra conclusión aclarando que hay excepciones. Siempre existirán madres que aun necesitando no van a pedir nada. Sin embargo, la mayoría de mujeres que han tenido la dicha de traer al mundo a otro ser, ya no solicitan de sus esposos e hijos cosas para la casa (un florero nuevo, una remodelación de la vivienda o los artefactos infaltables, como licuadoras, planchas, entre otros). Ahora quieren ser ellas las beneficiadas. Una salida al cine, al salón de belleza, o a algún restaurante campestre, son las mejores opciones para ese día tan especial. Pero, como decíamos, hay excepciones. Víctor, un joven impulsador de la cevichería Paladar piurano, ubicada al costado del centro comercial Mega Plaza, nos cuenta que él es un hijo detallista y que este segundo domingo de mayo le regalará a su madre un ramo de rosas. “El año pasado le obsequié una caja de chocolates. Yo soy bien detallista con mi madre. Lo que importa es la intención y yo a ella la quiero bastante”, nos dice mientras nos ofrece ingresar al local en el que trabaja. “Hay promociones en la carta de comida criolla por el Día de la Madre, por si acaso”, dice.

Aprovechando que Víctor sigue hablando, le consultamos por la afluencia de público en esa fecha especial. Nos comenta que todos los restaurantes suelen estar repletos el domingo en el que se celebra el día de mamá. Pollerías, chifas, cevicherías, todos los locales se llenan y, en algunos casos, solo se puede obtener una mesa previa reservación. “La movida empieza a partir de las 11 de la mañana. Todos estos lugares se llenan de comensales hasta las 4 o 5 de la tarde. Por la noche no está tan full como a la hora del almuerzo”, indica. Si la salida está destinada a comer, la mayoría de madres encuestadas prefieren un restaurante campestre, ya que hay mayor variedad en los platos que se degustan y el ambiente es más apacible y tranquilo. Casi ninguna confirmó que el segundo domingo de mayo piensa cocinar. Y es que es la fecha ideal para hacer que la reina de la casa sienta que también reina fuera de ella. “Joven, yo ese domingo no barro, no lavo, no plancho y ni cocino por último. Tienen que engreírme, pues”, sentencia Juana mientras suelta una carcajada en medio del patio de restaurantes del Mega Plaza.

Reconociendo que existe todo tipo de madres, debemos reconocer también que existe todo tipo de hijos. Están los detallistas, los engreidores, los optimistas y, claro, los ingratos. Están también los que han acostumbrado a sus madres a algo más que el saludo, aquellos que ahorran por meses para darle el regalo ideal. Y hablando de regalos, precisamente, hemos podido comprobar cuál es la situación del ambiente de cara a este segundo domingo de mayo. Los grandes centros comerciales, como Mega Plaza, y sus alrededores, empiezan una tibia efervescencia de rosas rojas y de corazones de felpa. El Día de la Madre está próximo y los comerciantes irán, poco a poco, ofreciendo los mejores regalos para las dueñas del hogar, aunque para ello, van a tener que analizar y comprender los gustos y deseos de las engreídas en esta fecha especial. Si usted, amable lector, aún no ha decidido qué regalarle a su madre en este día, es mejor apurarse a investigar cuáles son los deseos de ella, ya que, cómo hemos visto, no siempre regalamos el obsequio perfecto.


*Texto escrito en colaboración con la periodista Cinthia Durán.