Menos de 50 días nos separan de las Elecciones presidenciales que coronarán a un nuevo caudillo de la alicaída clase política nacional como el nuevo jefe de Gobierno. Algunos apuntes ante los recientes acontecimientos relacionados con el candidato outsider: 

- Los jóvenes han tenido un especial protagonismo en la presente campaña electoral. Principalmente por la labor acaso informativa que se ha desarrollado a través de las redes sociales. Una opción que en los comicios presidenciales pasados era una incipiente estrategia sin mucho provecho. El ciberespacio ha cambiado desde entonces. Hoy se ha abierto una nueva puerta para conocer más de los candidatos y de sus propuestas recurriendo, en la mayoría de los casos, al debate y al sarcasmo. Estas son iniciativas válidas toda vez que permiten el fenómeno de la viralización. Es así como los electores menos experimentados se convierten en una suerte de embajadores del candidato de su preferencia en sus respectivos hogares. Lo explico mejor; si hoy comparto en mi cuenta personal de Facebook un video parodiando la candidatura de Acuña y comparándolo con el cómico mexicano Cantinflas, estoy ayudando a que la ‘idea base’ (César Acuña es un aprendiz de politiquero que no sabe expresarse correctamente) se difunda entre mis contactos, principalmente familiares y amigos. Luego apago mi laptop y voy al comedor en donde me esperan mis padres y hermanos. Bien. ¿De qué creen que hablaré con ellos en la cena? Pues sí, de aquello que todo el mundo (mi muro de Facebook) está hablando. Bingo. Marqueteo redondo. Así como puedo comunicarle a mis padres -que no tienen tiempo para estar al día con las noticias porque trabajan- los defectos de ciertos candidatos de los que tengo noción gracias a la Internet, también puedo mostrarles los beneficios de otros tantos que pueden estar dentro de mi simpatía. Ahora anotemos, ¿qué candidato ha usado mejor esta herramienta? Respuesta correcta. Guzmán ha sabido manejar mejor esta ventaja y es por eso que se ha puesto de moda y ha escalado hasta el segundo lugar. Otros que le quieren seguir el paso son Alfredo Barnechea y Verónika Mendoza. La pregunta es ¿les alcanzará el tiempo?

- Los jóvenes son una masa votante volátil, pero activa. El hecho de estar expuestos a los medios de comunicación modernos y no convencionales los hace tener cierto poder. Mi afirmación se desprende de mi apreciación anterior. Hace algunas semanas las encuestas colocaban a Julio Guzmán como un candidato al que casi la mitad del país no conocía y hoy está con un pie en la segunda vuelta. No es utópico asegurar que el grueso de simpatizantes del candidato de Todos por el Perú está en un rango de edad bastante joven. A ellos no les interesa mucho las propuestas, la ideología o los antecedentes de Guzmán. Lo ven como el rostro diferente de la campaña. Como el outsider anhelado. Se vuelven snobs para estar en el equipo de aquel que va ganando. Los ataques en contra de su candidato se convierten en dinamita para lanzar creativas respuestas a través de videos e imágenes que merodean las redes sociales. Son convocados y salen a las calles y marchan levantando una antorcha ajena sin entender mucho del tema. Su función radica en mantenerla encendida. Su misión es la de inflar al pitufo. Y vaya que lo han logrado.

- La ola morada de la que todos hablamos parece tener ciertos lazos con el oficialismo. Basta examinar con agudeza el circo armado por el JNE y su peloteo extremo. Caracoles que si no babean más es por falta de saliva. Esta no es sino una clara estrategia para sumarle votos al candidato de la antorcha roja (que no, no es morada). Ahora Guzmán tiene mucha más exposición mediática en todo el país gracias a los medios de comunicación, quienes informaron capítulo a capítulo su corta pero beneficiosa telenovela. Su lucha por lograr que el organismo electoral en mención acepte que es más importante el derecho de postular en desmedro de ciertos trámites legales, le ha valido ser portada de diarios y revistas en todo el país. Su rostro ya es familiar. Es la víctima de todo. Pobrecito, hay que apoyarlo. Ahora bien, aquí anoto la conexión entre el voto pulpín (consciente o no) y la moda de la ola morada. El voto etéreo de los electores que no pasan los 30 años es susceptible a la prensa y repelente de quienes están en el poder. A los 'Guzmanlovers' se sumarán más simpatizantes que probablemente ahora visten polos naranjas, rojos, rosados, azules, blancos o incluso negros; y no dudarán en ponerse la camiseta morada para 'sudarla' hasta el final. La moda es la moda. Guzmán tiene esa ventaja. Al menos por el momento.

- Finalmente, sería bueno preguntarse -regresando a lo antes expuesto- ¿qué debe primar en un sistema electoral? ¿El derecho de postular a los procesos electivos o el respeto de las reglas de juego? A Guzmán casi se le impide postular debido a la no inscripción de su Tribunal Nacional Electoral en el sistema de Registro de Organización Políticas (ROP), un trámite que ameritaba cumplirse, ya que está impuesto dentro del reglamento de la entidad electoral. Esta no fue una justificación válida para el JNE, quien falló a su favor hace algunos días, dando así una muestra de que el sistema de leyes en nuestro país es una porquería. Es decir, si yo quiero votar y no llevo mi DNI, puedo hacerlo porque finalmente priman mis derechos como ciudadano, lo mismo sucedería si quiero manejar sin brevete o postular a una universidad sin certificados de estudios. Así pues, los reglamentos y las leyes están pintados o esto es un desgobierno o esto es un desmadre o esto es una tomada de pelo. Por el contrario, Renzo Reggiardo es impedido de renunciar a su candidatura por no seguir los procesos de acuerdo a la ley electoral (ley que por cierto queda sin efecto en el caso de Guzmán). La cereza: recordemos que durante los comicios municipales de 2010 se decidió ‘separar’ a Alex Kouri (quien ostentaba el segundo lugar en las encuestas con un nada despreciable 24%) por el hecho de no documentar legalmente que vivía en Lima Metropolitana. De esta manera, se declaró fundada una tacha que finalmente le bajó la llanta al extitular del gobierno regional del Callao. Tal vez porque no tenía padrino o madrina en el Ejecutivo. Bueno, así son las cosas pues. En este país cada quien hace lo que le viene en gana (saludos a Nadine). Contra todo pronóstico Guzmán sigue en la carrera, aunque ahora tiene que enfrentar una tacha oportunista, cortesía del controversial exjuez Malzon Urbina. Peor que telenovela turca, oiga.