- Quisiera empezar consultándoles sobre la poesía y la literatura en general en sus vidas. ¿En qué momento aparece el deseo y la fascinación por esta expresión artística?
Rubén: Fue un proceso. Uno no nace hablando ni escribiendo, se aprende. Hablas porque necesitas expresarte, darle sentido a tu vida. La poesía se volvió para mí en la adolescencia esa manera de explorar. Luego me planteé si seguiría escribiendo por gusto, como carrera, para publicar libros, luego viene lo político, lo cultural y lo social. Te das cuenta que te imponen ciertas reglas, no encontraba lugar para expresarme como yo quería, por eso surge el Infrarrealismo.
José: El motivo por el que uno escribe, es como empezar a respirar, ni cuenta te das y ya estás soltando la pluma queriendo expresar algo. Luego viene lo artístico, y luego el deseo de proponer un nuevo reto, el de escribir con una nueva lectura de lo que pasa en el espacio que te rodea. Peor cuando no soportas la somnolencia que propone lo ya establecido.
MEDINA Y PEGUERO, JUNTO A OTROS REPRESENTANTES DEL INFRARREALISMO, ENTRE ELLOS EL ESCRITOR CHILENO ROBERTO BOLAÑO.
- Entonces la literatura ha sido una pieza importante en el desarrollo cultural y social. ¿Cuál es su perspectiva de esta afirmación, considerando la propuesta del Infrarrealismo?
R: Cuando empezamos a escribir, nos dimos cuenta que existía ya un canon, un sistema que estaba muy en armonía con el poder. El Infrarrealismo busca justamente crear una ruptura con eso. Empiezas a hablar en un poema de la muchacha que vende tamales cuando antes solo se evocaban a diosas de la mitología greco-latina.
J: Nosotros empezamos de la mano de Roberto (Bolaño) a dar patadas a esa estructura ya creada del llamado “Boom latinoamericano”, y a esos grupos que tenía una unión casi perfecta con el poder. Y le damos una mirada más amplia a lo de la calle, a lo más próximo a ti, con lo que te identificas.
- Teniendo en cuenta que este movimiento tiene ya 40 años. ¿Han cambiado las cosas desde entonces? ¿Cómo ha evolucionado la literatura en el continente?
R: Hay cosas que han cambiado. En México, por ejemplo a diferencia de los años 70 hay mayor neutralidad a los grupos dominantes de la cultura que se trata de imponer. Hay más maneras de expresarse: poesía alternativa. Aunque aún persiste la realidad fragmentada de tener la percepción local e interna de cada país.
J: El poeta ha evolucionado, aunque siempre hay esa señalización de que es un personaje raro. Aún siguen existiendo gente que odia los movimientos. A nosotros por ejemplo siempre nos atacan desde Roberto (Bolaño).
"PERROS HABITADOS POR LAS VOCES DEL DESIERTO". LIBRO DE RUBÉN MEDINA, QUE RECOGE LO MEJOR DE ESTOS MOVIMIENTOS LITERARIOS QUE SURGIERON EN AMÉRICA A MITAD DE LOS SETENTA.
- ¿Qué referentes tienen los infrarrealistas? En el caso de Hora Zero, por ejemplo, se admira mucho a Heraud y al propio Vallejo.
- R: Nuestra cercanía es a Hora Zero, principalmente. Siempre hubo una conexión con ellos. Luego la literatura beat de los Estados Unidos, los poetas eléctricos de Francia, los dadaístas, entre otros.
- Estuve con ustedes durante el magnífico recital en el que estuvieron grandes representantes de la lírica peruana como Jorge Pimentel, Enrique Verástegui, Eloy Jáuregui, entre otros, pero la prensa nunca se hizo presente, ¿a qué creen que se deba?
R: Seguimos siendo una ruptura en la poesía que cree conocer la prensa, una amenaza. Somos poetas que van contra sus ideas de poesía. Es un halago el hecho de tener pocos reflectores encima, uno se da cuenta, se cierran los medios, esto nos sucedió en México también. Aquí en Perú, la gran apuesta de la clase alta es por Vargas Llosa, él es el representante de la elite de este país, es un producto de exportación, es un modelo de lo que un limeño puede llegar a lograr. La sociedad es totalmente múltiple, hay una cantidad de individuos cuya voz es silenciada.
MEDINA Y PEGUERO JUNTO AL MOVIMIENTO LITERARIO 'HORA ZERO' EN LA CASA DE LA LITERATURA PERUANA, EN MAYO PASADO.
- ¿Qué tan quimérica puede resultar la relación entre el periodismo y la literatura en la actualidad?
R: Yo creo que ser periodista es un desafío. Eso de escribir con un limitado tiempo y espacio, y de hacerlo de manera crítica y responsable es un desafío. Yo no desarrollo esa profesión, más bien doy clases, lo que me permite tener más amplitud de géneros y tomarme mi propio tiempo.
J: El género en el periodismo estuvo bien representado por García Márquez. Sin embargo, hay que tener cuidado, especialmente aquellos que quieren ser periodistas y escritores, eso te puede matar el oficio, te puede matar el concepto de escribir.
- Desde la perspectiva de la literatura. ¿Cómo ha modificado la tecnología sus vidas?
R: Pues creo que eso de la tecnología te puede abrir muchos caminos por explorar, en la manera en la que escribes, la tipografía y a tener mejor contacto y más directo con la gente. Sin embargo, es un tanto tramposo el Internet, ya que publicas cualquier cosa sin edición previa y eso puede que no sea el proceso real de crear poesía, no tiene filtros.
J: Yo sí uso los medios tecnológicos. Aunque creo que en el caso de la poesía hay aún cosas no tan modernas que dan bueno resultado. El caso de estos chavos que andan pintando paredes con versos (colectivos como Acción Poética), me parece fabuloso.
- ¿Desaparecerán en algún momento los libros o los periódicos?
J: No, yo creo que van mejorando con la conversión digital, aunque la tendencia indicaría que los diarios sí. Pero siempre es mejor la sensación de tener un libro en tus manos.
R: No van a desaparecer. La industria es economista y siempre habrá gente que tenga calidad literaria. Ahora todo es simple, tú viajas con tu tablet y tienes muchos libros ahí sin tener que cargar nada. Yo creo que siempre habrá literatura independiente, aquellos escritores que no están dentro del monopolio tendrán sus propios recursos, como las cartoneras, por ejemplo. Nadie sabe qué pasará más adelante cuando el monopolio crezca con la ayuda de la tecnología, tal vez regresemos a la oralidad.
- ¿Qué proyectos inmediatos vienen preparando?
R: Tengo muchos. Ahora mismo estoy preparando un libro de ensayos sobre el poema de Mario Santiago “Consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger” que espero terminar en setiembre de este año.
J: El cine por ahora. Igual tengo libros en proceso, pero me interesa por ahora el cine. Pretendo hacer la película de los infrarrealistas y horazerianos.
JOSÉ PEGUERO Y RUBÉN MEDINA, UNO DEDICADO AL CINE Y EL OTRO A LA DOCENCIA EN LOS ESTADOS UNIDOS.
- ¿Alguna recomendación a aquellos que quieran seguir sus pasos?
R: Les aconsejaría seguir lo más profundo de ellos, que busquen, que se expresen, que no vean a la literatura como una carrera sino como una aventura.
J: Pues que escuchen, que vean y que lean sobre todas las cosas, a Hora Zero principalmente.
Dejamos el café. Yo quedo complacido luego de que el maestro Peguero me obsequiara dos libros de poesía. Me despido de ellos en plena avenida con el propósito de volverlos a encontrar para conversar nuevamente y agradecido por el tiempo otorgado. La promesa de más poesía infrarrealista queda sellada en un estrechón de manos que se confunde con el sonido de una ciudad que se pasea orgullosa en los libros de la lírica urbana.
Publicado: 2015-10-20
Mañana del segundo domingo de mayo, Día de la Madre. Lima luce envuelta en un manto gris que lo cubre todo. Luego de haberme invitado personalmente a su casa, el profesor Maynor Freyre, horazeriano, e ilustre anfitrión de Peguero en Lima, me recibe puntual en su domicilio, donde conversamos brevemente sobre su experiencia literaria y sobre estos dos puntos cardinales que surgen en la poesía latinoamericana: Hora Zero en Perú e Infrarrealismo en México, mientras espero que su huésped esté listo para la entrevista. El maestro Peguero sale a mi encuentro y me consulta sobre la brevedad de la cita, pues el otro poeta al que iba a entrevistar, Rubén, tiene tan solo horas para regresar a Estados Unidos, donde reside. Estoy nervioso pero seguro. Salimos de la casa de Freyre rumbo al hotel Ariosto, de donde recogimos a Medina. Luego, mientras caminamos por las calles frías de Miraflores, acordamos tomar un café. Entramos a uno que está en la avenida Larco. El periodista que habita en mí se separa del poeta fanático de estos dos ídolos. Empiezo con las preguntas.
Escrito por
Jorge Pérez Baca
Alguien me dijo "escribe, escribe, que algo queda". Redes de pesca: @jorgeperezbaca.
Publicado en
LA VOZ Y EL MARTIRIO
Esa no era una pipa y esta no es una columna.