ya acabó su novela

FOTO: EL COMERCIO .

EL ALBOROTO DEL ABORTO

EL DEBATE CONTINÚA

Publicado: 2015-08-16

A mi juicio, no he encontrado un tema más polémico que este. Es más, si antes no escribía de este tema, era efectivamente porque -me sincero- no quería optar por ninguna posición clara. Ni a favor, ni en contra. De más está mencionar que el periodismo se ha olvidado de su postura neutral y en cambio, los colegas llenan las portadas de los diarios y blogs con actitudes muy vanguardistas y plagadas de justificaciones que resultan sugerentes a favor de la despenalización del aborto, bajo ciertos parámetros, y que además, se muestran incluso frases empoderadas sin admitir tolerancia alguna frente a críticas diversas, en ese mar de los medios de comunicación, al que llamaremos insulsamente “opinión pública”. 

Sobre el aborto ya se ha escrito y se ha hablado bastante. Evaluemos y analicemos el tema juntos en las siguientes líneas. Tal vez los presentes argumentos no sean una solución a la polémica, pero trataré de examinar muchas aristas, puntos a favor y en contra que han dividido al país abruptamente, en un cuestión que va más allá de lo meramente político.  Partamos de un ejemplo fácil de entender: una adolescente que ha sido ultrajada y violada por desconocidos decide, en un acto poco maternal, deshacerse del menor que empieza a vivir en su inocente vientre y acude a un consultorio clandestino, en donde, por unos cuantos soles, se somete a la práctica del aborto.

Me asaltan las siguientes preguntas: ¿tiene o no esa mujer, en amparo de sus más genuinas facultades humanas, el derecho de ser operada por un doctor que no ponga en riesgo su vida y que le asegure una intervención exitosa?, ¿a qué obedece que una práctica médica como la que se describe, ponga en riesgo su vida, si cuenta con su total autorización? Por otro lado, ¿no se está privando de la vida a un ser que jamás deseó llegar a este mundo en esta práctica insensible de asesinato?, ¿qué terribles consecuencias psicológicas dejará esta experiencia en la conciencia de la joven mujer, sabiendo que ya cuenta con un terrible trauma por haber sido violada y probables secuelas en su vida emotiva en el futuro?, ¿por qué no darlo en adopción?

Ante estos cuestionamientos, que pueden venir de un lado o del otro, debemos recalcar que el proyecto de ley de la despenalización del aborto en casos de violación -basado en ciertas modificaciones de los artículos 119 y 120 del Código Penal- contempla permitir que se practiquen abortos en hospitales del MINSA, en mujeres que, mediante un trámite policial que certifique el embarazo como consecuencia de un acto de violación, hayan decidido interrumpir la gestación. De esta manera, se les facilitaría una atención especial, legal y con todos los cuidados que se cumplen en un centro de salud. Es importante, además, mencionar que en nuestra constitución se hace referencia tanto al aborto terapéutico, como al eugenésico, con una pena de 3 meses solo si es denunciado. Sin embargo, el panorama que se cuestiona ahora es distinto.


#YODEFIENDOLAVIDA

Una iniciativa que ha marcado una clara posición en contra de este proyecto de ley ha surgido, como era de esperarse, de la Iglesia y de ciertos movimientos políticos conservadores que se mantienen en el poder. Durante las últimas semanas hemos sido testigos de cómo figuras que representan a una parte importante de la población, han alzado su voz de protesta, e incluso marchado, a favor de la vida. Figuras como Juan Luis Cipriani, Martha Chávez, Juan Carlos Eguren y el exministro de salud Luis Solari, han emprendido una dura batalla en contra de los promotores del aborto en el Perú. A continuación, analicemos sus posturas.

Empecemos por una pregunta válida, ¿por qué hay abortos clandestinos en el Perú? Sería fácil responder esta interrogante si culpamos a los doctores que prestan sus servicios para este acto, para muchos repudiado, cuando se debería disminuir drásticamente el número alarmante de violaciones en nuestro país. Lo que se requiere, entonces, es una política estatal de mayor severidad con las penas que se les impone a los que infringen la ley, a los que acosan, a los que abusan sexualmente de las mujeres, pero ¿qué sucede con aquellas mujeres que no han sufrido una violación, pero que igualmente abortan? Hacen falta campañas nacionales de educación sexual en las escuelas, de planificación familiar y de métodos anticonceptivos en las familias de bajos recursos, para que de esta manera, exista un mejor control de las tasas de natalidad en nuestro país. Prevenir es mejor que lamentar.

La segunda controversia que desfavorece a este proyecto de ley cuestiona el hecho de “matar” a un ser que tiene vida, pero ¿en qué momento definimos lo que es vida? Pues, como sabemos, luego del acto de la fecundación, se forma el cigoto que es la primera célula del nuevo ser vivo, luego el embrión y finalmente el feto. En esta última etapa es hasta la que se permitiría -según el proyecto de ley- una interrupción asistida y legal. Ahora bien, no puede discutirse si aquello que se extrae del útero de la madre es un ser que no tiene vida. Claro que la tiene. El hecho de ser un individuo amorfo no cuestiona que su corazón haya empezado a latir, mucho antes que este haya finalizado su formación.

Otro análisis válido que se plantean aquellos que están en contra del aborto, está basado en las consecuencias psicológicas que tendrían las mujeres que lo practiquen; pues no solo llevarían de por vida un trauma moral por haber sido víctimas de un acto tan aberrante como lo es la violación. Luego del aborto, tendrían un nuevo conflicto emocional y un posible cargo de conciencia, al haberse deshecho de un ser inofensivo e inocente. Es incluso probable cierto arrepentimiento.

Por otro lado, se cuestiona el hecho de que cierto sector de nuestra población, pretenda adoptar políticas extranjeras para instaurarlas en el Perú, en un afán de querer emular cierto desarrollo social y olvidando que somos, evidentemente, realidades desiguales. Incluso existen opiniones radicales que afirman que el aborto es una muestra de liberación capitalista y una propuesta de solución económica, que beneficiara a la sociedad frente a las altas tasas de natalidad. De esta manera, los grandes grupos de poder, económicos y políticos, pueden controlar el nivel adquisitivo del mercado actual.


#DÉJALADECIDIR

En la otra orilla tenemos a organismos a favor de los derechos de la mujer, como PROMSEX (principales impulsadores del proyecto), figuras políticas, especialmente de rostros desconocidos que han empezado a hacerse de un nombre, como Verónika Mendoza, un gran número de colectivos formados principalmente por jóvenes, e incluso muchos líderes de opinión se han manifestado a favor y han defendido la propuesta desde su posición. Es más, hasta la primera dama de la República ha hecho notorio su apoyo, mediante una fotografía que compartió en sus redes sociales, en donde aparece acompañada de sus menores hijas.

La campaña que se viene promoviendo a favor de la despenalización del aborto, propone salvaguardar uno de los derechos más elementales de la mujer, el derecho a la libertad. En este caso, de decidir si tiene o no al hijo fruto de una violación. Se habla además de la secuela psicológica que representaría para una joven madre ver todos los días al fruto del acto denigrante del cual fue víctima. Sin duda, este proyecto protege en todas sus líneas a la mujer, certificando su condición de vulnerabilidad en la sociedad.

Lo que se busca, además, es frenar el mercado negro de los abortos clandestinos que se realizan en nuestro país y las estadísticas de muertes de mujeres que son atendidas, muchas veces en condiciones totalmente deplorables y poco salubres. Con este proyecto, aquellas víctimas de violación que decidan abortar, serán atendidas en establecimientos de salud por profesionales capacitados y con la tecnología adecuada y recibirán además, un tratamiento psicológico gratuito que les permita sobreponerse a esta decisión tan complicada.

El apoyo y respaldo que ha tenido esta causa social a favor de los derechos de la mujer, ha tenido relativo éxito. Marchas van, marchas vienen y el movimiento es más que evidente. La última de las convocatorias, realizada el 12 de agosto último, movilizó a 500 personas, la mayoría estudiantes militantes de colectivos sociales, que suelen dirigirse y convocarse a través de internet, y que dieron una muestra de lo caliente que está el debate en torno al proyecto de ley, que por estas semanas, se viene discutiendo en dos comisiones legislativas y que, al parecer, tiene para rato.

A pesar de los argumentos y justificaciones que se vienen planteando, ninguno de nosotros, que soltamos una opinión referente a este polémico tema, seremos las personas que debatiremos si el proyecto de ley prospera o no. En todo caso, la solución más viable, si nos queremos tomar la democracia “a pecho”, sería pretender que se convoque a un plebiscito o a un referéndum y de esta manera, cada uno de nosotros optemos por un voto que sume a lo que quiere la mayoría. Lamentablemente esto no es así, y nos quedará aceptar lo que finalmente nuestro cuestionado Congreso decida. El debate continúa. Solo nos queda esperar, pues en este tema, hay mucho pan por rebanar.


Escrito por

Jorge Pérez Baca

Alguien me dijo "escribe, escribe, que algo queda". Redes de pesca: @jorgeperezbaca.


Publicado en

LA VOZ Y EL MARTIRIO

Esa no era una pipa y esta no es una columna.